ANÁLISIS: Demon Stone
Demon Stone es un videojuego que nos introduce en el universo de los Reinos Olvidados de la mano del mismo R.A. Salvatore. Si, el culpable de la existencia de cierto drow rarito cuya obra me reservo los comentarios para una mejor ocasión.
El factor originalidad del juego radica en que manejamos a tres personajes a la vez, un guerrero machacraneos atormentado, una granuja drow con problemas de identidad y un mago al que no le quieren sus papis. Arquetipos bien conocidos del señor Salvatore como habréis comprobado, a fin de cuentas, ¿quién mejor que Salvatore para escribir el guión de un juego de repartir estopa al personal?
Para que este análisis no suene tan negativo, diré que la música estaría a la altura de las circunstancias si tuviera algo más de metraje. Lo poco que se oye es muy bueno, lástima que se repita en demasía.
Podría haber dicho que el doblaje merecía la pena porque en su versión original tenemos nada menos que a Patrick Steward (Picard en Star Trek TNG) aportando su voz al juego, pero no lo haré. Entre otras cosas, porque en la versión del Imperio las voces no valen ni para pipas, jamás he oido un guerrero enfurecido y rabioso tan poco enfurecido y rabioso como lo he escuchado aquí. Menos mal que se puede elegir el idioma en la configuración que si no todavía me sangrarían los oidos.
Decir que este juego es consolero sería hasta ofensivo para las propias consolas. ¿Os acordaís de viejas glorias como Captain Commando o Final Fight? En días mas felices nos gastabamos con ansía aquellas monedas grandes de cinco duros para tratar de pasarnos, con más pena que gloria, las dichosas maquinitas recreativas.
Demon Stone, no es más que la evolución lógica de aquellas obras, ofreciendo el sentido de profudidad a lo que antes sólo era un scroll horizontal. Por lo demás, los principios del juego son exactamente los mismos: acabar con todo lo que se mueva y al final de la pantalla acabar con el típico boss con mala baba.
Es tal su parecido, que peca de los mismos fallos de estos. Mientras tuvieramos el número de monedas suficiente (partidas salvadas en este caso) el juego es denunciablemente corto. Se puede pasar en una tarde sin sudar demasiado. ¿Cómo han sido capaces de sacar un juego que jamás debería haber salido de un salón recreativo?
Si el juego lo hubiera salido directamente para el MAME, nos habríamos ahorrado disgustos y malos rollos. ¡Qué somos jugadores de PC, idiotas! No se nos alegra el día con anacronismos de hace 10 años, tenemos más sentido crítico que esos putos consoleros, con perdón para los putos, que no tienen culpa de esto.
El factor originalidad del juego radica en que manejamos a tres personajes a la vez, un guerrero machacraneos atormentado, una granuja drow con problemas de identidad y un mago al que no le quieren sus papis. Arquetipos bien conocidos del señor Salvatore como habréis comprobado, a fin de cuentas, ¿quién mejor que Salvatore para escribir el guión de un juego de repartir estopa al personal?
Para que este análisis no suene tan negativo, diré que la música estaría a la altura de las circunstancias si tuviera algo más de metraje. Lo poco que se oye es muy bueno, lástima que se repita en demasía.
Podría haber dicho que el doblaje merecía la pena porque en su versión original tenemos nada menos que a Patrick Steward (Picard en Star Trek TNG) aportando su voz al juego, pero no lo haré. Entre otras cosas, porque en la versión del Imperio las voces no valen ni para pipas, jamás he oido un guerrero enfurecido y rabioso tan poco enfurecido y rabioso como lo he escuchado aquí. Menos mal que se puede elegir el idioma en la configuración que si no todavía me sangrarían los oidos.
Decir que este juego es consolero sería hasta ofensivo para las propias consolas. ¿Os acordaís de viejas glorias como Captain Commando o Final Fight? En días mas felices nos gastabamos con ansía aquellas monedas grandes de cinco duros para tratar de pasarnos, con más pena que gloria, las dichosas maquinitas recreativas.
Demon Stone, no es más que la evolución lógica de aquellas obras, ofreciendo el sentido de profudidad a lo que antes sólo era un scroll horizontal. Por lo demás, los principios del juego son exactamente los mismos: acabar con todo lo que se mueva y al final de la pantalla acabar con el típico boss con mala baba.
Es tal su parecido, que peca de los mismos fallos de estos. Mientras tuvieramos el número de monedas suficiente (partidas salvadas en este caso) el juego es denunciablemente corto. Se puede pasar en una tarde sin sudar demasiado. ¿Cómo han sido capaces de sacar un juego que jamás debería haber salido de un salón recreativo?
Si el juego lo hubiera salido directamente para el MAME, nos habríamos ahorrado disgustos y malos rollos. ¡Qué somos jugadores de PC, idiotas! No se nos alegra el día con anacronismos de hace 10 años, tenemos más sentido crítico que esos putos consoleros, con perdón para los putos, que no tienen culpa de esto.