Nueva Frontera

viernes, abril 15, 2005

Cuando la escoria llama a la puerta...

¿Habéis oido hablar de los testigos de Jehová? Supongo que ya sabréis a que me refiero, podréis decir que ya estáis acostumbrados a tratar con gentuza. Creedme, podéis haber oido hablar de los hooligans, podéis haber oido hablar incluso de Francia, pero nadie que haya tratado con estos elementos puede decir que verdaderamente ha tratado con la más bajo de la sociedad... Bueno si exceptuamos, claro está, a los desgraciadamente famosos casos de católicos asaltacunas sarasas, pero al menos estos últimos no te van molestando por la calle.

Me explico, todo barrio tiene sus manzanas podridas, y en el mio realmente tenemos una plaga considerable. Su cuartel general está sólo a unas pocas calles de mi casa, sólo Buda sabe lo que harán allí todos dentro cuando cierran la puerta. Algo huele mal cuando te acercas por allí, literalmente hablando. El horror llega cuando salen del recinto y se ponen a captar a adeptos por doquier, llamando puerta por puerta, con su camisa blancas y su corbata roja. ¿Sabéis lo cutre que queda ir sin chaqueta por ahí? ¿Donde narices tenéis a vuestro asesor de imágen? Probablemente se haya desmayado por la pestilencia.

Bueno, una buena mañana de abril y por sorpresa compruebo que cada vez se hace más pesado respirar, el aire se enrarece y la vista se nubla. Suena el timbre, como puedo trato de ganar la puerta, la abro y del respingo que me produce tal visión vuelvo a estar consciente:

- Dios tiene un plan para usted.

No, no era la típica adepta rubia con ojos azules que suele salir en las pelis, ni en broma. Lo último más feo que vi aparte de eso fue en una tienda de ultramarinos. Creedme si digo que jamás la vería atractiva por muchos lingotazos de tequila que tomara. Y encima me salta conque Dios tiene un plan para mí, fascinante. ¿Será un plan de pensiones? ¿A esto es a lo que nos lleva la religión? Debería haber leyes, o por lo menos, medicamentos contra esto.

- Así que un plan... ¿eh?
- Si, toma esto. (me da varios librillos, panfletos y tal... Combustible para el brasero, vamos)
- ...
- ...
- ¿Se supone que tengo que decir algo?
- Pues, como decía, Dios tiene para ti... (rollo largo que no merece la pena contar) ...te interesa?
- ¿Debería?
- Claro, de hecho... (otro sermón de 3 minutos que no quiero escribir ni recordar) ...qué te parece?

Primero quiero recalcar que soy un tipo educado y no me gusta cerrarle la puerta en las narices a la gente, pero quería poner fin a esta conversación antes de que sufriera un derrame cerebral. De modo que recopilé toda la información que en aquellos momentos recordaba sobre tabús de la dichosa secta esta y se la vomité como más modélicamente pude.

- Me gustan las morcillas, dono sangre y me corro en vano. ¿Y sabes qué? ¡Juego a rol, nena! Si, soy satánico, ¡satánico, nena! ¡Whaaaaarg!

Bueno, el último grito del final no se lo dije, había mas gente en la calle y no quería que tuvieran una imágen equivocada de mí, aunque lo de satánico se entero media calle. Me da igual, ocasiones como esta no se pueden desperdiciar. La chica en cuestión creo que no parará de correr hasta Burgos y con ello espero que dejen de venir a molestar por mi zona.

¿Y tú, cómo tratas a las visitas inoportunas?