Nueva Frontera

lunes, mayo 23, 2005

Salvemos la filosofía



No sería de recibo que después de que algunos me tachen de filósofo intelectual (os odiaré siempre por eso) no escribiera algo sobre esto.

A ver, no tengo simpatías con la filosofía. De hecho, me ha temblado el pulso al firmar en la propuesta y me lo he pensado dos veces al pulsar intro.

Sin embargo, mi deseo de sentirme seguro ha superado por poco al deseo de ver a esa panda de hippies en el arroyo. Conozco esa obsesión que tienen los gobiernos por coartar el conocimiento a ramas en que lo importante es la rentabilidad y el beneficio inmediato, dejando de lado el sentido común y el razocinio, que nunca cotizarán en bolsa.

Por eso me pregunté: ¿y si algún día hacen algo parecido con lo que estudio yo? Fue entonces cuando le di a intro, por simple y llana prevención.